¡Este viaje con amigos es más fácil de llegar !

miércoles, 25 de agosto de 2010

Nuevas oportunidades, nuevas sensaciones, nuevas preguntas, nuevas respuestas.
Viejos reclamos, viejas dudas, viejos miedos, viejos preconceptos.
¿Podremos alguna vez desactivar la tarjeta de memoria y, en su lugar, activar el chip del "dejarse llevar"? Atenta a las novedades, lo espero.

viernes, 16 de julio de 2010

Mentira, sí existe el dilema.

"...Hasta ahora había creído que estaba eligiendo un hombre. Como cuando elegís pollo o carne en una cena, pasillo o ventanilla en el micro, aceto o vinagre en la ensalada. ¿Matías o Ezequiel? ¿El malo o el bueno? ¿El divertido o el aburrido? ¿Quiero uno que me haga morir de risa o uno que me abrace de noche? ¿Necesito saber todo lo que va a pasar en la relación o ir viviendo el día a día sin saber a dónde voy? ¿Prefiero sorpresa o seguridad? ¿Qué quiero?
Pero ayer a la noche tuve una revelación. O mejor dicho, dos. Esta decisión no tiene nada que ver con elegir un hombre. Tiene que ver con una mujer. Yo tengo que decidir qué quiero para mi. Si bien esto comenzó como una apuesta, ¿es la apuesta mi motor genuino o una mera excusa para reconocer que quiero estar en pareja? ¿De qué se trata esta búsqueda? ¿Estoy buscando una cita para la boda o el amor de mi vida? Si estoy buscando una cita para la festa, es simple: me conviene Ezequiel. Si estoy buscando el amor de mi vida, es más fácil todavía: Ezequiel es un gran compañero pero nunca va a ser el amor de mi vida.
Entonces, si defino qué estoy buscando, elegir un hombre es la parte más sencilla. Se define solo. ¿Pero realmente estoy eligiendo sólo un hombre? ¿No estoy, de alguna manera, repitiendo la misma decisión que tomo cada vez que elijo la ropa a la mañana o un destino para las vacaciones? ¿No es acaso una duda existencial, un cliché? ¿Voy a estudiar la carrera que más me conviene o la que más me gusta? ¿Voy a irme a vivir al barrio más lindo o al que me queda más cerca? ¿Prefiero un par de zapatos buenos y cómodos o unos stilettos infartantes?
Tengo que decidir qué clase de mujer soy. Si yo fuese a un programa de televisión a jugar por un millón de dólares ... ¿sería la que se retira en la quinta ronda con cincuenta mil dólares seguros o la que sigue arriesgando hasta la última vuelta para ganar el premio mayor? ¿Soy de las que se quedan con la carta que les tocó o las que vuelven a pedir carta aunque se pasen de veintiuno? ¿Soy de las que se meten hasta el fondo del mar o de las que se mojan los pies?.."
Carolina Aguirre, es decir en palabras lo que todas alguna vez nos planteamos. Aplausos.

jueves, 15 de julio de 2010

What the fuck?

Nudo en la garganta, en el estómago, en el omóplato. Incertidumbre, confusión, no entiendo. No entiendo nada.
¿Quién soy yo? ¿qué hora es? ¿dónde estaré?
¿Qué onda? ¿onda?
¿Qué pasa? ¿pasará?
Sentimientos encontrados, hagamos como que no pasa nada, mejor olvidar.
Preferiría volver el tiempo atrás y no decir siquiera hola.

martes, 13 de julio de 2010

Aquí no hay dilema

No. No quiero ser la que se banque tus desbarranques. La que te diga lo que no debes hacer. Y cuando si, cuando no, los porqueses y sus secuaces. No quiero ser la mala de la película, la Mujer Maravilla, el partido perfecto, la inigualable.
En parte miento. Porque si quiero ser la que te calme. La que te aconseje, y tenga siempre la palabra justa, así deba ser reemplazada con el silencio. Quiero ser esa con quien te haces el enojado para que cumpla tus caprichos. La omnipresente, la única.
Y sé que lo soy. Y que sos todo eso y mucho más para mí. Debe ser porque en el pecar del ser o no ser, no soy ni lo que quiero, ni lo que puedo y, menos, lo que debo. Y te amo y quiero los demás pecados a tu lado.

lunes, 12 de julio de 2010

Escribitis

Con esto del avance agigantado de la tecnología ya no agarramos lápiz y papel, sólo abrimos un block de notas y dejamos que los dedos hagan lo suyo. Hoy considero que es un peligro que funcione mi block, porque tengo un ataque de escribitis. El prestigioso Diccionario de la Real Academia Española publicaría algo como:
Escribitis (sust.): dícese de la afección neuromotora basada en la descarga automática de sensaciones en palabras.
Profundo, posta. Si es así, ¿con qué se cura? ¿con el frio polar que nos azota -también- en los dedos? ¿con un desenchufe cerebral? ¿o con un oído receptor? Sea como sea, necesito sacar demasiadas cosas del sistema. Currículums, aquí.

Sincericidio

¿Cómo no ser curioso? ¿Cómo no hacer apuestas a favor o en contra hasta que alguien pronuncie el no va más? Que preguntas Don Mario, ojalá algún día pueda respondérselas.
Curiosidad, chusmosidad, intriga, ¿intríngulis?. No me identifico, me va más la búsqueda. Constante, de respuestas, de miradas, de signos de aprobación o de abandono. De ternura, de complicidad, de "yo también".
Ponele que no existan, que sean creadas por la necesidad que las llama a la mesa. A tomar mate, si. Pero están, apuestan, quieren más. Y ni ayer, ni hoy, ni probablemente mañana tenga ganas de atenderlas. Dulces o amargos, decidan ustedes. Yo, desde ahora, voy a vivir el día a día.